Motivación enfocar sinergia hacer

He estado pensando en estas cuatro palabras y he llegado a la conclusión de que nos llega muchísima información que nos habla de motivación y normalmente acaban diciendo «haz lo que te apasiona y solo así serás productivo y feliz». Que fácil se motiva uno cuando hace lo que le apasiona pero cuánta gente está en disposición de hacer lo que nos apasiona. Veo que es una utopía hacer lo que te apasiona en todos los ámbitos de la vida.
Pero destacaría tres puntos principalmente:
1. ¿Realmente sabemos lo que queremos? Muchos de nosotros nos hemos dejado llevar por la inercia del día a día perdiendo de vista el objetivo final. Ese objetivo que nunca llega, porque no tenemos tiempo de pararnos para revisar el estado de nuestros objetivos y ver si estamos avanzando en su consecución.
2. La realidad de nuestro mundo laboral regido por el principio de Peter según el cual «En una jerarquía, todo empleado tiende a ascender hasta su nivel de incompetencia: la nata sube hasta cortarse» nos deja claro que acabaremos llegando a una posición en la empresa para la que seremos inútiles porque seguramente habremos perdido la pasión. Gracias a nuestro buen desempeño alcanzamos el tedio y así conseguimos que nos pongan la cara colorada.
3. No estás donde tienes que estar. Porque cuando estamos con nuestra familia, estamos pensando en el trabajo, y cuando estamos en el trabajo estamos pensando en nuestra familia. Porque cuando estás comiendo tu plato de pasta favorito estás pensando en cómo redactarás el correo para el cliente en lugar de estar saboreando ese plato tan exquisito. Estamos tan desenfocados que nos impedimos vivir el momento. Desde que adoptamos a Jump, el perro de la familia, siempre me pregunto, como es posible que todos los días se levante con alegría, dándonos besos, saltando, prodigando afecto, mientras nosotros somos incapaces de dar los buenos días ni por educación. Es un privilegio poder levantarme todos los días cerca de este gran maestro de vivir el momento. Enfoquémonos en lo que estamos haciendo en este momento.
Estamos en un mundo en el que, el hecho de ir las cosas bien se ha convertido en la norma y no nos proporciona la alegría que deberían y solo cuando las cosas se tuercen, nos quejamos por haber perdido aquello que hemos perdido. Así que nos convertimos en personas temerosas que no disfrutan de lo que tienen
Creo que ese es el quid de toda esta situación, hay que aprender a apreciar, a disfrutar a sentirnos importantes de las pequeñas cosas que están saliendo bien, mirar atrás y sentirse orgullosos de ellas.
Debemos aprender a motivarnos con lo que hacemos, sabiendo qué finalidad tiene lo que estamos haciendo, a donde nos están llevando las elecciones de nuestras acciones y cuando vemos que nos estamos alejando de nuestros objetivos, volver a reconducir nuestras acciones o revisar los objetivos.
Porque se me cruzaron las cuatro palabras del título de la entrada, “Motivarnos enfocados por nuestros objetivos provocará una sinergias que nos permitirán hacer de una forma mucho más fácil”.
¿Ves factible hacer lo que nos apasiona? ¿Podemos aprender a apasionarnos en lo que hacemos? Comparte tus puntos de vista.

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